Éxtasis by Nicole Jordan

autor:Nicole Jordan
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Romántico
publicado: 2001-08-09T22:00:00+00:00

Capítulo 12

- GRACIAS, O'MALLEY -murmuró Raven cuando el mozo la hubo ayudado a montar a mujeriegas en su caballo.

Tras arreglarse las faldas, se ciñó estrechamente la capa para resguardarse del frío aire matinal y tomó las riendas deseosa de iniciar su diario paseo por el parque. En el momento en que O'Malley hubo montado en su propia cabalgadura, Raven emprendió un vivo trote, con el mozo siguiéndola de cerca.

No esperaba encontrar a Brynn, puesto que su amiga tenía un compromiso aquella mañana. Pero confiaba en coincidir con Dare, porque tenía una alarmante información que comentar con él: un desagradable rumor que concernía a su marido.

No había hablado mucho con Kell durante la semana pasada, desde la noche en que él había acudido a su dormitorio para hablarle de su hermano. Salvo algún momento en que se habían cruzado en la escalera, ni siquiera le había visto. El deber de facilitarle acompañamiento a diversos actos sociales había recaído en sus amigos.

Inexplicablemente, Raven encontraba preocupante la voluntaria ausencia de Kell. La impaciencia no era nada nuevo para ella, pero últimamente había sentido una insólita desazón. Trataba de justificar sus sentimientos diciéndose a sí misma que su talante alicaído no tenía nada que ver con la ausencia de su marido. Después de todo, Kell sólo estaba cumpliendo lo que habían acordado.

Había otras posibles razones para su melancolía, siendo la más lógica la de que, con el escándalo, ella se encontraba ahora en los márgenes de la sociedad de la que había formado parte tan central hasta entonces.

O quizá su tristeza pudiera atribuirse al tiempo invernal, notablemente frío, incluso para fines de noviembre.

O quizá era su aprensión acerca de Sean Lasseter. Raven se sorprendía con frecuencia mirando nerviosa por encima del hombro, buscando amenazas en las sombras, temerosa de que él volviera a asaltarla; aunque Kell le había asegurado lo contrario.

O podía ser simplemente debida a la soledad. Sin duda se sentía más sola que en ningún momento desde su llegada a Inglaterra. Su abuelo había partido de Londres hacia su finca de East Sussex en tanto que Raven se había quedado en la ciudad para guardar las apariencias. Planeaba reunirse con su abuelo en Navidad, pero todavía faltaban varias semanas para eso.

Por lo menos contaba con O'Malley. Era consolador tenerlo cerca, así como gozar del apoyo de Brynn, Lucian y Dare, sus incondicionales campeones y queridísimos amigos. Pero aun así, Raven no podía negar su intensa sensación de aislamiento. Las noches eran lo peor, cuando yacía contemplando impaciente el dosel que había sobre su lecho. Ni siquiera su amante pirata podía consolarla, porque, extrañamente, ahora tenía problemas para convocarlo. Cuando cerraba los ojos, lo único que veía era a Kell.

Con su inseguro futuro extendiéndose vacío ante ella, sin sentido, sin ningún objetivo por el que luchar, se sentía terriblemente sola e indecisa; y eso que se regañaba a sí misma fieramente por sucumbir a la autocompasión.

Sabía que debería estar contenta. Aunque sus sueños de lograr casarse con un título se habían desvanecido, aunque el escándalo le había cerrado un gran número de puertas, ella había salido bien librada.

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